Las nuevas tecnologías, su uso y abuso
La ilusión vale cuando la realidad la toma de la mano. – Anónimo.
Hoy en día el acceso a nuevas tecnologías es cada vez más sencillo y no está restringido a quienes poseen poder económico. El beneficio que nos brindan está en la posibilidad de acceder a herramientas que abren un abanico de posibilidades para quienes sepan aprovecharlas (tanto intelectuales, laborales y comunicacionales). Pero a su vez existe una contracara de este acceso, su doblez está negativamente ligado a su mala utilización que lleva al desarrollo de sintomatologías peligrosas, ligadas a situaciones de abuso y dependencia.
El acceso ilimitado a Internet, la generación de redes sociales, chat, celulares de alta gama que permiten estar conectado todo el tiempo se esté donde se esté, la generación del WI-FI… Todo esto está provocando que el sujeto prescinda cada vez más del contacto cara a cara. Todo es virtual, y es ese virtualismo el que lleva a que muchas veces sea difuso distinguir entre lo real y la fantasía.
Lo virtual deja la puerta abierta al anonimato, detrás de un mensaje se esconden muchas veces personalidades que en la vida social cara a cara no son como en el chat; se tapan miedos, inhibiciones, timidez y quien quizás en su vida diaria no es capaz de decir o hacer ciertas cosas, a través de una cámara web se anima a todo, pero se anima porque, si bien se está mostrando, en realidad no muestra su verdadero yo, lo que hace es actuar un papel para seducir.
Este mostrar deja desnudo al sujeto, se puede ver y dejarse ver en plena intimidad, sin muchas veces tener en cuenta los riesgos que conlleva el mostrarse. Es así que le estamos dando la posibilidad que, entre tanta gente anónima que “creemos conocer”, se mezclen también aquellas que utilizan este medio para la satisfacción perversa más pura, topándonos algunas veces con patologías peligrosas como la pedofilia, el voyerismo, las incitaciones suicidas y los falsos consejeros que manipulan a la persona para que realice actos en favor de sus propios deseos.
La fantasía, el engaño, la ilusión-desilusión y el falso acompañamiento son algunas de las negativas del mal uso de las tecnologías.
El riesgo es el alcance. Tanto niños, adolescentes y adultos que no están psíquicamente estables o preparados para comprender que este medio de comunicación virtual sólo debe servir como una herramienta más. Cuando se utiliza la tecnología con el fin de establecer relaciones sociales sólo por estos medios, aislándose de la sociedad, es ahí donde se da el equívoco y la persona se vuelve cada vez más dependiente del aparato, dejando de lado su vida cotidiana, muchas veces perjudicándola en sus distintos planos (social, laboral, familiar, etc.). Todo lo que a la persona le suceda, sienta o piense va a pasar por los comentarios de estos amigos virtuales. Se utilizan sin medir las consecuencias de cómo pueden impactar en el otro expresiones de deseo y elogios, que llevan a vivenciar situaciones que lejos están de lo que real; lo que quizás en la vida nos ha llevado años y años construir, en lo virtual sólo lleva semanas o meses.
Con el uso irresponsable de estas tecnologías se corre el riesgo de creer que esto, que está más cerca de la fantasía, se convierta en la realidad de la persona y el desengaño o la desilusión tan común en este medio pueda acarrear consecuencias catastróficas para quienes han depositado su confianza en él.
Debemos estar atentos tanto con nuestros hijos como con nosotros mismos, ya que muchas veces sin darnos cuenta caemos en la tentación de lo que la vida virtual nos ofrece, el facilismo, la inmediatez de alcanzar todo lo que queremos desde la tranquilidad de nuestro hogar y la dudosa promesa de felicidad, en las cuales se mezclan desde la idea de encontrar al amor anhelado hasta el amigo más compresivo.
Debemos promover el uso responsable de las tecnologías con la idea de hacer un principio de realidad y saber que estas herramientas comunicacionales nos acercan, pero siempre va a ser más seguro el lazo comunicacional establecido y fortalecido a través de conocer a las personas no sólo en la comunicación verbal o escrita, sino también en la comunicación no verbal (gestos, miradas, posturas, etc.).
Si comprendemos y aplicamos el uso consciente de las nuevas tecnologías, vamos a poder disfrutar de herramientas muy útiles, pero siempre con los pies en la tierra y sabiendo que en la vida las cosas no se dan a la velocidad de una conexión de Internet. Es bueno tener la satisfacción de conseguir lo que queremos con esfuerzo, eso es lo más gratificante…